Con los avances tecnológicos que vemos día con día, el trabajo de nosotros los traductores puede estar en peligro. ¡ADVERTENCIA! Bueno, tal vez no es para espantarnos tanto. Ser traductor no es cosa fácil, ya que los traductores tenemos una formación que en realidad nunca termina porque tenemos que estarnos actualizando constantemente y podemos especializarnos en ciertas áreas o temas, pero en la vida diaria trabajamos para diversos clientes y con diversos temas o áreas que tal vez no conocemos en absoluto o de las cuales tenemos una vaga idea, pero sin ser especialistas, así es que si podemos tener cierta afinidad o mayor experiencia en algo, pero nos vamos a topar con temas que desconocemos pero que tenemos que estudiar para sacar adelante la traducción, porque como en cualquier otra profesión queremos salir a corretear el bolillo.
Y, ¿a qué va todo esto? Pues es simple, es la forma en la que defendemos nuestro trabajo, nuestra pasión por la traducción, porque en los últimos años hemos visto aparecer múltiples aplicaciones que quieren usurpar nuestro puesto. Hay páginas web en donde podemos escribir textos y obtener una traducción inmediata, o si tenemos teléfonos inteligentes o tabletas o cualquier dispositivo de estos en los que podemos descargar millones de aplicaciones, podemos encontrar un catálogo muy extenso de traductores de texto o incluso traductores de voz que vendrían a sustituir a los intérpretes, ya que simultáneamente “traduce” todo.
Sí que padre, tenemos traducciones al instante y sin pagar un peso, o tal vez unos pesos si pagamos por las aplicaciones, pero nos ahorramos una buena lana. Pues, ¿qué creen? A pesar de que es una gran idea y puede llegar a ser un excelente apoyo para comprender palabras aisladas o conceptos o ideas sencillos, más no precisos, o tal vez nos pueden sacar de apuros durante un viaje al extranjero, estas aplicaciones no pueden sustituir al traductor o intérprete de idiomas, simple y sencillamente porque una traducción profesional se maneja dentro de un contexto, y una palabra puede tener múltiples significados y sólo una persona puede detectar este contexto y aplicar la terminología correcta, hacer adaptaciones y transmitir un mensaje en otra lengua como si fuera la lengua natural o lengua origen.
Además, un traductor tiene la capacidad de analizar el texto, comprenderlo y darle el sentido correcto, manteniendo un formato, una intención, y todas las características que le dan naturalidad a un texto, y hasta el momento no hay aplicación con tales capacidades y ojalá pasen muchos años antes de que alguien desarrolle una que nos venga tumbar la chamba.